BONJOUR_VOISIN

LA OTRA CHINA

En febrero viajé a China junto a mi marido. Era un viaje especial, con dos propósitos: disfrutar de un país que él conocía bien —había vivido allí durante un tiempo— y, al mismo tiempo, descubrir ese diseño y artesanía que sabía que existía, pero que desde aquí rara vez nos llega. La imagen que solemos tener de China está distorsionada. Aquí solo alcanza una versión parcial del país, asociada a una manufactura impersonal que poco tiene que ver con la riqueza cultural, la tradición textil y la sensibilidad que descubrí allí.

China es un país de contrastes. Ciudades vibrantes y modernas conviven con la calma de sus pueblos y paisajes ancestrales. Es un lugar donde lo antiguo y lo contemporáneo se entrelazan. Durante nuestro viaje, nos dejamos llevar por la curiosidad y el deseo de descubrir ese mundo oculto que a menudo escapa de los ojos de los visitantes.   

Fue durante nuestra estancia en Pekín donde, por casualidad, en una pequeña tienda, encontré unos bolsos que me enamoraron. No solo por su diseño -sobrio y elegante- sino por la historia que albergaba detrás. La marca, Bonjour_voisin, sin presencia visible fuera de China, despertó en mí el impulso de conocer más sobre ella. 

Buscar información no fue fácil, China es un país muy hermético que se mueve con plataformas propias, desconocidas para nosotros, y muchas veces inaccesibles. Sin embargo, la persistencia dio su fruto: encontré que la marca estaba establecida en Shanghái. El destino quiso que justo al día siguiente viajáramos allí. Sin dudarlo, le escribimos, y con mucha amabilidad nos respondió y nos citó en su estudio.

En su estudio, rodeados de telas antiguas, patrones y piezas a medio terminar, Che Che, la diseñadora y fundadora de Bonjour_voisin, nos explicó la historia de la marca. Nos contó como recupera telas vintage tejidas a mano por mujeres de diferentes regiones de China. 

Cada tejido es único: los colores vibrantes y las texturas hablan de historia, saber hacer y sensibilidad. Sus bolsos no son simplemente accesorios, son objetos que llevan consigo la calidez del trabajo manual, la historia de sus antepasados y un compromiso sincero con la calidad y la autenticidad.

Después de meses enfrentando trámites, envíos y complicaciones que un proyecto así puede implicar, la marca ha llegado finalmente a Delaí. No puedo estar más emocionada. He seleccionado 14 piezas, cada una con su propia historia, para comenzar un camino que espero que sea largo.

En Delaí buscamos dar espacio a marcas que no solo aportan diseño, sino también significado. Este proyecto representa para mí eso mismo: descubrir, cuidar y compartir.

Regresar al blog

Deja un comentario